Detrás de sí misma,
sin mas abrigo que el olvido,
la certeza no aplaca su sentido.
Detrás de la mirada fría, distante,
sin más sueños que los perdidos,
la angustia extiende sus sombras vivaces.
Detrás del inmerecido paraíso,
sin más vínculo que la sangre,
la conciencia ve puñales conspirando.
Deja rastros la intención.
La paz mal entendida suele ser infierno.
Todo aquello que nos sobrepasa, crea malentendidos y ya se sabe que lo que no se entiende,puede hacernos arder como en un infierno.
ResponderEliminarUn beso.
Crea malentendidos, y precedentes, dolorosos precedentes, y así hay paces que cuestan vivirse. La mente que es muy puñetera...
ResponderEliminarUn abrazo Marinel
Y que bonito es lo contrario, merecer el descanso en el lecho de los logros.
ResponderEliminarJuan, debías haber reducido el tamaño de la foto, ¡se sale de la pantalla!
ResponderEliminarLos malentendidos, esos desgraciados que tantas amistades destrozan. Como dice el dicho: se tarda una vida para hacer un amigo y en un sólo segundo puedes perderlo. Un abrazo
Tarea lenta, tarea coherente de toda una vida.
ResponderEliminarBuen final de semana Jose Fco
Sí, me he pasado tres pueblos, estar o no estar, esa es la cuestión.
ResponderEliminarLo malentendidos y los bien entendidos, Juan, los que están enquistados y no tienen solución. Aunque no haya rencor, que tampoco es suficiente.
Un abrazo