juanitorisuelorente -

miércoles, 2 de mayo de 2012

RESIGNACIÓN















Estar ausente debiendo estar presente
es un ejercicio pedregoso.
Como quién obra resignado y no lo percibe.


No hay tiempo en el descender del día
sino solo luces encendidas a lo lejos.


La gana vuelve a ser
una llama que se hunde en lo frío.

8 comentarios:

  1. Es muy cierto lo que expresan tus versos,
    hay veces en que uno se obliga a estar
    presente... cuando nuestro pensamiento
    y nuestro corazón se encuentran muy lejos,
    hoy tu musa nos deja nostalgias.
    Pero tenemos derecho a soñar despiertos.

    Un abrazo mi querido Poeta.

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  2. Ausentarse –o más bien abstraerse–, resulta sumamente beneficioso para el espíritu. Es por ello que lejos de considerar perjudicial la abstracción más bien deberíamos ejercitarla con frecuencia.
    Un abrazo desde Asturias, mi preciado amigo, que disfrutes del miércoles.

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  3. Te noto triste Juan. Leo tus palabras e intuyo la desolación en cada una.
    No sé si ando en lo cierto, si es así, ánimo Juan, todo pasa.

    Un abrazo.

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  4. Hay veces que se es,pero no se está o viceversa.
    Como si una parte de nosotros fluyera lejos y la otra,resignada,quedase aquí...
    Te entiendo.
    Besos.

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  5. Es cierto, Solina, que hoy (el pasado miércoles) hubiese deseado que fuese ayer (fiesta) porque ya aventuraba lo ingrato del día. Hoy en cambio, jueves, ha pasado el examen con un 5. Algo es algo.

    Un abrazo

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  6. Pero Mª José, si es el espíritu el que no para de martillear, de sobar el tema. Cuando la mente no está centrada el cuerpo callejea.

    Un abrazo, amiga

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  7. Parece mentira, Elena, que sin conocernos personalmente no necesitemos traducir nuestras palabras sino que hablemos el mismo idioma. Pues sí, una ruptura laboral, longeva, cuesta trabajo digerir, aunque sea crónica de una muerte anunciada, y para mí necesaria. El tiempo, dicen, que todo lo asienta. Espero.

    Un abrazo

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  8. Demasiadas veces estamos, y a la vez demasiado lejos. La felicidad no siempre está donde puede tocarse, y hay que intentar ser, siempre, pero a veces cuesta.

    Un abrazo Marinel

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