Un serio en serio es muy serio.
La risa sin risa se muerde el labio.
Quién ríe serio se humilla a sí mismo.
Sólo el humor serio es risa de cultos,
o de incultos de risa.
En la risa espontánea siempre ríe el corazón,
se sacia risueño,
aunque sea muy tonto reír de su propia tontería.
Reír por reír es absurdo,
y estar serio por ser serio inconsecuente.
Cualquier serio sabría reír en serio,
en cambio un gracioso en un serio inútil.
Lo serio y la risa son una curva inversa,
-línea que abre o cierra el ojo-.
Todas las reflexiones me parecen geniales; pero la imagen me ha puesto mal cuerpo.
ResponderEliminarUn abrazo Juan.
Acabo de fijarme que la chica tiene el dedo dentro del ojo. ¡Jolín, Elena, tienes razón! Da algo de escalofrío. Ésta mañana con la prisa de irme al trabajo ni me he fijado. Luego la cambio.
ResponderEliminarUn abrazo Elena
Genial, Juan. Después de una prolongada ausencia, vuelvo a leerte y compruebo que sigo disfrutando en tu blog. Me ha gustado este poema en el que te nombras, risueño. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Dios, Marcos, dichoso el ojo que se alegra en serio de volver a verte!
ResponderEliminarGracias a ti por tus palabras. Un abrazo, amigo