PROMESAS
Hay palabras de juguete,
dadas por no hundir la cabeza,
como voces al otro lado de la verdad,
palabras en corrientes de aire;
hoy estaban aquí, mañana
nadie sabe.
Palabras visibles que irrumpen
en la necesidad de ver,
billetes sólo de ida
a la frontera de lo invisible.
Palabras de infeliz a infeliz.
Luego están las que tienen huesos,
las que llevan consigo un rostro,
una mano que aprieta
ésta boca es mía.
La mayoría son de aire, viajeras sin rumbo,aunque comenzaron en la idea de seguir una dirección...casi siempre interesada.
ResponderEliminarLas que tienen osamenta,consistentes,sostenidas y sostenibles...¡qué pocas son!
Ahora,creo que no podríamos encontrarlas.
Un beso.
y las hay con sentimiento en ósmosis, que traspasan puertas, aire y piel...que desde lejos llegan donde sea y calan hondo...bss
ResponderEliminarCómo ha cambiado el cuento, Marinel. Antes una palabra dada se intentaba cumplir a toda costa. Era de tanto o más valor que un papel firmado. Y sí, hay poco de eso, hoy no puedes fiarte ni de la de tu padre, aunque suene feo.
ResponderEliminarUn abrazo
A mí me encanta hallar personas en quienes confiar. A muchas de ellas les he hecho obras sin contrato alguno y sin problema, y con muchas de las otras he tenido mil y un problemas con contratos detallados al mínimo detalle.
ResponderEliminarUn abrazo Mirella