Este libro lo
dedico a nosotros,
a ti y a mí
POEMAS PLAYEROS
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ARTIFICIO
Fuimos a nadar
donde despiertan los colores
-verdes tan mudos, y lejos-.
Fuimos atravesando paredes
al pie del infinito
donde se quiebran los cuerpos en
el agua.
Fuimos al sur de la vida
donde descansan los sueños de
sol
a abrir las maletas de cemento.
Fuimos a conocer el día
donde nos nombra apenas un
silbido
y somos sangre a correr caliente.
Fuimos a leer el paraíso
con ojos descalzos
a la luz natural de su añorado
artificio.
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SOL
Es una maravilla el sol
que nos ata a su certeza.
No se corta sobre el olvido,
no tiene piedad sobre las calles,
ni en las aceras. Empuja
al desorden en la arena
a que luzcan rojo de su sangre.
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LEVEDAD
Venimos
de donde vivir no nos dejan
a dejar unos días de vivir.
Es curioso
que olvidarse unos días de todo
sea todo.
Costumbres
que hunden en silencio a la
rutina.
Leve muestra.
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ROOMS
Miro hacia donde otros miran
-balcones y más balcones
encima-,
colosos que abren al mar
sus cientos de ojos.
Placeres de la tierra
ante el infinito.
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HERMOSA
A la vista permanece.
Ocupa una verdad vacía,
sin cuerpo,
el cuerpo que deja la palabra
suspendida.
Nada indeciso asoma su fulgor
después de las miradas
a pensar pasiones que no cesan.
Pero no hay dolor en la herida.
Retengo solo un par de
amaneceres
donde nada hubo.
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PREGUNTA
Decir lo siento sin porvenir
viene de un simple labio
cansado.
No duda y a qué preguntarle.
Quizá confunda la poca fe
porque lo abre. Una palabra
hundida en sí misma
no puede valerse sola. No es
una sorpresa la palabra deseada.
Desasida de sacrificio es verdad
de una sola noche.
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EL OTRO LADO
Se dirige el silencio
a pasar a lo dicho.
Habla y no cesa lo que escribe
de albergar páginas en la
lengua.
Callado el pensamiento le
nombra.
Suyos son los jardines de la
memoria.
Luego dice, y pasa a ser rostro
u otra cosa,
o nada.
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PAZ
Hay paz que debería dejar.
Sus hilos la atan todavía
a su sombra. Será por eso.
No llena sonrisas con gracia,
no logra que se suspire su goce,
apenas se parece a un invisible
esplendor,
al delirio de unas horas.
Porque lo normal es que vague.
Sea como un deseo
que al tener desaparece.
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AQUÍ
Aquí
arde
lo sabido
-no preguntes-
y tiene alivio la sangre.
Aquí
pide ser vergel,
una caída
-y sed, y hambre-
donde se esconda y no se esconda
la llama.
Aquí
crece el amor
a su estilo
-que llena-
aunque acabado vuelva a ser un
plato vacío.
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ADENTRO
Te hago el amor
en un desierto de horas,
al galope incomprensible de un
caminar parado,
desbordando furia sin pasado.
Deleite
al albor que trae adentro.
Y tan dentro.
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H. EL PUERTO
Me gusta regresar
a los sitios. Al menos una vez.
No más. De este
han pasado veintidós años.
Y solo yo he cambiado.
Ser más viejo sin notarlo
es lo que a mí me gustaría.
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ORILLA
No necesito saber
y no voy a preguntar.
Ya sé que respiras
el adiós para siempre,
que ignorar es una palabra
que entierra.
No hay nada más que nombres
que saben amarse. Y un cuarto
edificado para ser momento,
y desaparecer.
De ti has sido apenas un soplo.
Un volver a abrazarte en vano
entre los juncos de la orilla.
Otra nación.
Olvidarte solo habrá de ser
como otro dolor cualquiera.
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FRENO
Descansar de uno mismo
hace lento. La vida
apagada se mueve a oscuras.
Y suele tocar lamentos.
Practica el verbo mentir y no
sabe.
Y las verdades son como ruidos
Entre la calma, voces, viejas
costumbres que nada nombran.
Hace raro el sentir nacer
con esa parte desobediente,
y más si aquí no importa
saber qué le pasa.
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DEL MAR
En la orilla del mar
dejo mis huellas en la arena.
El mar las borra,
y solo a él ya le pertenecen.
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SOLO
La hermosura desconoce
su inutilidad.
Anonada en la distancia
y es deleite que baila la
calentura.
Ignora que robada
es una ruina escondida.
Que su certeza sube como mucho
a donde la mira el ciego.
El que mira solo.
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A MI MANERA
De todo lo dicho busco
repetirlo a mi manera.
De todo lo dicho,
de su conforme situación
hallo silencios que no la
soportan.
Que escriben respirar al oído.
Que saben lo que dicen
aunque crea de mis propios
silencios.
Para que lo hablado, lo oído, lo
leído
se convierta en voz de otras
manos.
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UN RESPIRO
Esto se acaba.
Pero solo porque sí.
No se obstina el rostro
en ser donde no es.
Comienzo y final son amigos
que no han tenido tiempo
para olvidarse.
Un respiro,
que se suele decir.
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Fuengirola 2011
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