juanitorisuelorente -

domingo, 20 de mayo de 2012

ARDE HÚMEDO















Ni una sola vez de tantas veces
ha sido suficiente.
No se ha colmado jamás de colmarse
la gana.
El vaso que la rebosa una y otra vez
vuelve a quedarse vacío
y no deja restos de líquido derramado.
Curioso éste fuego que provoca humedades.
Que arde y arde húmedo
hasta mojarnos encendidos.
Que nos deja rendidos,
exhaustos, muertos,
y aún así,
ansiamos pronto volver a provocarlo.


4 comentarios:

  1. Ese es el deseo verdadero venido de la mano del amor.
    Bonito de veras.
    Besos.

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  2. Qué suerte, Juan.
    Disfrutadlo.

    Un abrazo.

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  3. Si ese deseo no muere, dice mucho de un relación.

    Un abrazo Marinel

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  4. Nada es un camino de rosas, Laura, pero no importan las espinas. Hay más bueno y con eso hay que quedarse.

    Un abrazo

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