Hasta
la muerte
seguiré
escribiendo
tiene
sentido
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A
mi sonrisa,
que
tenía olvidada,
hundes
el puente.
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Cuando
te leo
lo
que piensas de mí
amo
tus ojos.
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¡Almas
heridas!
El
fruto de sus vidas
es
penitencia.
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Sueños
parados.
Incluso
ese desorden
hace
poesía.
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Bailén,
poema,
estás
pagando el precio
de
tu soberbia.
/////
No
he aprendido
a
lavarme las manos,
huyo
de frente.
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¡Déjame
en paz!
En
la hora de la vida...
o
de la muerte.
/////
Todas
sus penas
no
arrancan una lágrima.
Vida
de nadie.
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Tú,
por ejemplo,
eres
el personaje
de
este poema.
/////
Toma
mis labios.....
...encender
es la noche...
…....no
hay preguntas...
...besos
en cada cuerpo......
…...y
desaparecer.
Son estupendos Juan. Me ha encantado, especialmente, el tercero. Un fuerte abrazo, Juan.
ResponderEliminarGracias Marcos, a veces me salen como churros...y luego llega el silencio...así es la musa de caprichosa jeje. Un abrazo
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