El
engaño siempre hace ruido.
Cada
cuerpo tiene descosida la obediencia,
mira
qué le falta. Donde secuestran
el
deseo aguarda con más dulzura.
Ni
suficiente es una fiel explicación.
El
amor como vaso nunca está lleno.
Seca
y bebe la pasión donde la llamen,
sin
palabras. Pero incluso de puntillas
hace
ruido. Andan los gestos.
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