juanitorisuelorente -

miércoles, 1 de agosto de 2012

SI UNA VIEJA TE LO DA… (Erotic tale)


 Es lo que había estado buscando, el hecho y no precisamente la persona, el fondo ni la forma. Sus sueños, sus pensamientos lúdicos iban claramente en otra dirección pero qué remedio. Las situaciones son las que son, las personas las que está en ellas y el hecho era tirarse a alguien. Su cándida y abundosa jovencita era una solterona setentona, al menos, la cama mullida del dormitorio luminoso
era un trastero desordenado y polvoriento, la conversación que llevó poco a poco, sin ninguna prisa, a la sangre a comprimirse para estallar en una fiesta con fuegos artificiales, un polvo silencioso, insulso y atropellado.
Serafín tenía apalancada a Pilar, presionadas sus carnes, y le arrancaba comedidos espasmos y desbordantes sudores.
Pilar le besaba por donde alcanzaba su boca velluda y él solo quería soltarse y salir de allí cagando leches. Pero siguió resignado a su suerte. Había abierto la caja de los truenos, abierto de par en par la puerta de la celda de aquella tardía leona en celo que no estaba dispuesta a dejar escapar un regalo caído del cielo.
La penetraba ahora sin presión y agarraba aquellos generosos pechos planchados por la vida mirando su cara feliz y agradecida. No era mala mujer y eso le consolaba, es posible que aún fuera virgen de hombre – eso le dijo ella con orgullo - , que no de cualquier objeto romo y prominente, estaba seguro, también, vistas algunas fotos playeras, le confortaba algo que estaba haciendo el amor a una mujer que en sus buenos tiempos tuvo un pecho amplio y turgente, unas piernas preciosas, una cara del montón.
Serafín mantenía el tipo con un esfuerzo mental donde concentraba el deseo logrado de acostarse con alguien que no fuera su mujer, difuminado por la leve repulsa que le producía el pensar que podría ser su madre, o su abuela, el miedo  a que alguien entrara  a aquel comercio de telas y oír los jadeos de Pilar que llegaba al orgasmo con tiempo sobrado, algo era algo para su hombría cuestionada por él mismo, un orgasmo ostentoso, desgarrador, sobrepasando los límites de la tontería, pensaba Serafín frenando su mini éxtasis con dos o tres respiraciones cortas.
Pilar se levantó cuando él empezaba a vestirse y cubrió su desnudez bajando la bata negra plegada a su cuello, caminó con sigilo  y entreabrió la puerta de la tienda, después se acercó a abrazarle por la espalda.
-          No te vayas..., espera...
-          Es tarde, Pilar, yo...
Pilar le empujó sobre las cajas y volvió a subirse la bata. Serafín izó la mirada por su piel ondosa, sus pechos abanico, zigzagueó por los surcos de su cara,  dio un par de vueltas en la noria de sus ojos, antes de murmurar: “Tierra trágame”.
Pilar frenó un instante su pre-éxtasis y dijo al tiempo que hincaba la rodilla en tierra con la agilidad de una veinteañera:
-          ¿Sabes que hoy es mi cumpleaños… y que no he soplado la vela?
Serafín sopló primero, y cerró los ojos. Pronto los abrió, comenzó a abrirlos y a cerrarlos, a dejarlos muy abiertos, y a relajarse… relajarse… a pensar sin pensar: “Igual para un roto que para un descosido”.

3 comentarios:

  1. ¡Ja,ja,ja! Muy bueno, Juan. Serafín ha comprobado el dicho "Gallina vieja, hace buen caldo".
    Que pases un feliz día. Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. ...sí, y lo de tómalo que menos es ná, jeje.
    Lo saben hasta los niños, como ese del chiste que se estaba meando y le iba a sacar la pilila su madre cuando le dijo llorando: Tú no, que me la saque la abuelita.
    Bueno Juan, un abrazo, ya de agosto

    ResponderEliminar
  3. JOSÉ ROMERO MARTÍN29 de noviembre de 2016, 13:36

    - Muy bueno y eróticamente imaginable. Serafín dio la talla porque con 60 años no debía ser muy vieja. En fin...

    ResponderEliminar