Llueve. Beso el agua con todas mis fuerzas y le susurro al oído: "esto es lo que quiero". Ha llovido, y entre nosotros gozan las palabras con el agua, juegan a nadar las infelices.
Un poema que sabe y huele a lluvia, sabe y huele a gloria. Justamente lo estoy leyendo cuando caen las primeras gotas sobre Zaragoza, aliviando a la ciudad del insoportable calor de estos días pasados. Tu poema también alivia.
Aquí, el 19, también llovió algo, pero no palió para nada el calor, hacía más incluso. Es agosto y la calor es propia. Y sí, hablar de lluvia algo debe refrescar el ánimo jeje. Un abrazo
Algo hay, Julio, tal vez por la soledad absurda a que aboca algún breve vagar desértico. Llueve, y la lluvia da vida de nuevo. Gracias por venir, un abrazo
Una lluvia de sensaciones cala en el alma, con letras que resbalan en el pensamiento.
ResponderEliminarAbrazos alados, Juanito!
Es bonito ver llover pero sobre todo mojarse, que cale el agua la mente y hasta los huesos. Un abrazo Diana
EliminarUn poema que sabe y huele a lluvia, sabe y huele a gloria. Justamente lo estoy leyendo cuando caen las primeras gotas sobre Zaragoza, aliviando a la ciudad del insoportable calor de estos días pasados. Tu poema también alivia.
ResponderEliminarAquí, el 19, también llovió algo, pero no palió para nada el calor, hacía más incluso. Es agosto y la calor es propia. Y sí, hablar de lluvia algo debe refrescar el ánimo jeje. Un abrazo
EliminarHuele a tierra húmeda en tu poema, pero también a nostalgia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Algo hay, Julio, tal vez por la soledad absurda a que aboca algún breve vagar desértico. Llueve, y la lluvia da vida de nuevo. Gracias por venir, un abrazo
Eliminar