(Imagen de la red)
Me miras con fijeza
al borde de una página,
inquieta de todas tus inquietudes,
susurrando palabras sin las mías.
Te quedas a solas conmigo
como quién pide
si aquí debe quedarse.
Y yo te existo porque existes,
estás aquí porque me dieron a elegir
en ti a ti misma
algunos que andaban por tus huesos.
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