juanitorisuelorente -

viernes, 23 de agosto de 2013

LA LLUVIA

(Imagen de la red)















Huimos de abrigar deseos
y así no admitimos la derrota.

Que yo te quiera, que tú me quieras,
no nos miente en su propósito
que no es otro que amarnos simplemente.

Hay amor de abrigar sueños
en los silencios del corazón.

No veremos en las miradas hogares
desechos, y sí instantes contra la soledad.

Detrás de las palabras están todas y cada una
de las que sabemos y no nos hemos dicho.
No importa. ¿Quién si no nosotros
las escucha cuando cerramos los ojos?

Nuestro único testigo es el silencio. 
                                                           Tú
y yo sabemos que solo el tiempo traerá,
o no,

        la lluvia.

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