Amarte
no alimenta incertidumbres.
Los adentros del amor
solo atienden
al saber.
Lo de afuera solo es su
pobreza,
la que juega a parecer
distraída.
Ofrendas de humo.
Amores
de llamarse a la intemperie
(Nada que resista sin
palabras).
Amarte
siempre encuentra sueños en
pasado,
ríos que vuelven donde
nacieron,
amaneceres tras soles de
justicia.
Nuestro viaje está hecho de
lo posible,
y su aventura incluso vive
sin universo.
Lo de afuera son sombras a
la vista.
La pérdida solo baila su
relámpago,
tormentas donde nada llueve.
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