La felicidad más triste
lee al destino. Porque
tú estás en la
incertidumbre
que no suele estar escrita.
Si supiéramos lo que no nos
pasará nunca
renunciaríamos a apagar
la sed de nuestros ojos, no
seguiríamos
desvelando imágenes en
nuestros sueños.
Nosotros no vivimos de lo
que esté escrito.
En mi libro no leo tu
nombre, es cierto,
pero lo respiro,
aún no he leído lo que
vendrá,
si no habrá para ti ni una
sola palabra,
pero te siento,
te tengo.
La felicidad no es de ser a
diario. Y
lo nuestro es
rebeldía.....rellenar....
habitar...sin
palabras........todos
los espacios en blanco.
Me encanta este poema, Juan, sobre todo la última estrofa. Un abrazo
ResponderEliminarCreo que es la que lo remata...y es la que más tiempo me ha llevado...la he pensado mucho...Muchas gracias Juan, un abrazo
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