Hay amores que
no se quieren desatar,
obstinados por
estar bajo consuelo.
Adioses que se
dieron,
para vivir
ahoras de lo imposible.
Y solo es celda
el sacrificio,
ojos jóvenes que
parecen viejos.
El amor que no ama
siembra la caridad
en eriales que
no le reportan fruto.
Amores equivocados
en las noches y los adentros,
que se alejan
del camino que no abriga
podredumbres. Amores
sin destino
disfrazados de
tiempo.
Abismos que
simulan cercanía,
vidas de hojas
caídas, condenadas
sinrazón a la
nada.
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