juanitorisuelorente -

jueves, 22 de agosto de 2013

EL DAÑO

(Imagen de la red)




















El daño respira con toda naturalidad
en la cavidad del monstruo.
El olvido corta en heridas abiertas
recordando a la sangre su silencio.
                                                         Así,
el camino deja rastros de animal ciego.

El daño aprieta cada noche que se cierra
donde apenas respira ya la penitencia.

Los fríos desnudan otro día sin suerte.

Pero no hay ceniza en las cadenas. 
                                                   Hasta
la última tarde mostrará el desierto
sus espejismos..........hasta la última
lágrima hacia adentro............hasta

que la muerte venga de la vida......

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