El día que abandone este mundo -que tarde- me iré con la
satisfacción de haber intentado hacer todo lo que me he propuesto dentro de lo
que se me ha permitido.
Logros o fracasos al margen, el sentirme capaz de afrontar
retos sin vulgares e inútiles competiciones, solo por el puro y simple gozo
personal, me aporta una sensación explicable solo a nivel interior, un placer
tan solo efusivo de la piel hacia dentro, un
orgullo que no necesita traspasar
la frontera de mis labios.
Ser capaz, se esté o no preparado, hace capaz porque de
hacerlo se logra. Los miedos llaman a ciertos desafíos imposibles, y
ciertamente así, con esa poca fe, han de nombrarse. Cimas, muros, que
construyen los ojos para así poder mirar como única opción para otro lado. Es
el sí o el no de las cosas. El seguir adelante o el esperar a ver qué hace el
que da primero.
Crear es un arte, da igual en qué rama. Hacer algo que nadie
haya hecho ni imaginado antes no hace mejor ni más listo, sino simplemente más
decidido, más audaz, más valiente, algo que hay quienes llaman virtud y yo sigo
llamando un hecho.
Es un hecho constatado que las personas que no se dejan vencer por el desánimo y la desidia,l@s emprendedores/as en pos de la propia satisfacción personal,se sienten,cuanto menos,más felices que la mayoría.
ResponderEliminarAsí que cuando partas-que sea tarde-te irás lleno hacia esa nada incógnita a la que todos nos dirigimos.
Besos.
Al menos la cabeza la mantenemos ocupada en mil y una cosas, y nunca podremos decir que sea lo que sea no lo hemos intentado. Un placer verte Marinel. Un beso
ResponderEliminarEs un hecho, que eres y serás siempre genial.
ResponderEliminarBesitos en el alma, Juanito!
Los hechos que nos nombren. Gracias Diana. Un besito
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