Todo empezó sin dueño,
en el espacio transparente
que vuelve a los rostros
extraños,
reino mudo y ardiente.
Todo empezó sin memoria.
Sobre mil veces ceniza prende
un boca a boca el viejo bosque
de la pasión inerte.
(El amor cierra los ojos.
Oprimido no tiene palabras
Ausente no tiene sonrojos)
Todo ocurrió sin aliento,
desnudos a la intemperie,
pidiendo placer como mendigos,
con un castigo que no hiere.
Y todo acabó inmóvil,
como un pájaro caído,
como algo que despierta
victorioso y vencido.
Me quedo con los últimos versos:
ResponderEliminar"Y todo acabó inmóvil,
como un pájaro caído,
como algo que despierta
victorioso y vencido."
Precioso poema.
Un abrazo Juan.
Gracias Elena, me alegra que te guste. Un abrazo
ResponderEliminarTodo principio tiene un final, lo bueno es disfrutarlo mientras dure.
ResponderEliminarGenial como siempre, Juanito.
Instantes, que nos regala la vida. Un abrazo Diana
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