juanitorisuelorente -

viernes, 14 de septiembre de 2012

BAILÉN
















Este suelo es de pisadas tristes,
tierra de cuerpos a la deriva
como un mar de náufragos.
Este lugar perdió de nuevo su riqueza
en el juego del teatro de la existencia
-obra que regresa con su guión de ceniza-.

La vida nos deshace como siempre, canta
con otro color
y su ayer yace en la otra orilla.

Pero nada es conocido.

Ahora no se mueve la esperanza,
aguarda y nos llena de miedo
su cara condenada
a no mentir como antes.

Esta tierra derrama su nombre
e impasibles
los ojos enmudecen como estatuas.

Aquí se repite la historia,
pero esta vez
se han volatilizado sus trozos.

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