Me apena escucharme,
tantas palabras ahora
que no habría pensado nunca.
Decirme que la vida calma su sentido,
que el futuro desciende
a la zona oscura,
que siento más fragor que ímpetu,
más furor que empecinamiento,
antes era innombrable.
La lucha sin cuartel
ha apaciguado el ánimo
y devuelve al
guerrero a un refugio
desconocido de paz inhabitable.
El mundo que fluctúa
a mi alrededor
no debiera disiparse
como niebla al sol de una mañana.
No debiera ser eje de mis cosas
y un día nada,
-mero espectador o consejero-,
luchar por todo, por todos,
y un día no luchar,
quedarme como un ser desnudo
e inútil.
(2.004)
No hay comentarios:
Publicar un comentario