Desnudo,
como
la sed, hasta lo no andado.
Sé
imaginar
la soledad que nos ahonda
en
su abismo de ninguna parte
buscando
bajo ese cielo principios.
En
ese lugar de extraña quietud
nunca
nos responde la palabra,
pero
es ella
la
que propone a la mirada decirlo todo,
a
lo vivido la desmemoria.
Entonces,
acerco
la luz a lo no escrito
y
solo nacen siempres que no fuimos.
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