Agarrarse al
pasado
arranca hoja
tras hoja
de un almanaque
inerte.
El tiempo se va
entre futuros fríos.
Cuando el pasado
es la cumbre
de lo que vendrá
la aventura solo
explora lo tenido.
No hay fin ni
comienzo,
no caminan a su
paso
las voces
íntimas,
escuchan solo
murmullos
perdidos en el
pensamiento.
El deseo no
alcanza su continuidad.
La vida sigue en
la otra orilla.
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