También en Internet existen paredes infranqueables y vidas que se quedan a oscuras. La mía fue una de ellas durante el tiempo que duró mi estancia en un blog Infernal. Tras unos años de permanencia en él, ahora he volado hacia un lugar más placentero. Nunca es tarde para abandonar un puente y refugiarse a cielo abierto.
Hola Jose Luis. Internet tiene sus peligros, el principal que no logre hacernos dependientes. Aquí estamos para disfrutar unos de otros, y el día que eso no ocurra mejor dejarlo. Gracias por seguirme. Saludos
Demasiada, Marcos, si esto no se arregla serán ciudades dentro de las propias ciudades, cada vez es más amplia la diferencia entre unos y otros, entre la vieja clase media. Un abrazo
Por desgracia,cada vez más...
ResponderEliminarBesos.
Tantos, y personas que ni imaginábamos, una pena. Un abrazo Marinel
EliminarTambién en Internet existen paredes infranqueables y vidas que se quedan a oscuras. La mía fue una de ellas durante el tiempo que duró mi estancia en un blog Infernal. Tras unos años de permanencia en él, ahora he volado hacia un lugar más placentero. Nunca es tarde para abandonar un puente y refugiarse a cielo abierto.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Hola Jose Luis. Internet tiene sus peligros, el principal que no logre hacernos dependientes. Aquí estamos para disfrutar unos de otros, y el día que eso no ocurra mejor dejarlo. Gracias por seguirme. Saludos
EliminarPrecioso poema Juan, me ha encantado!
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Pepi, un abrazo
EliminarBajo los puentes vive otra ciudad que mucha gente ignora. Estupendo senryu
ResponderEliminarDemasiada, Marcos, si esto no se arregla serán ciudades dentro de las propias ciudades, cada vez es más amplia la diferencia entre unos y otros, entre la vieja clase media. Un abrazo
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