(Imagen de la red)
Tu
idioma lejano, despierta primero en mí
al
amigo sensible y comprensivo,
tu
incómodo lenguaje la atracción
como
un surco consciente.
Esa
mujer vive una llovizna ciega
de
rejas y pasados...
esa
mujer vive un evadirse a diario
donde
el amor es un grabado abstracto.
Y
no rompe tus huesos mi mirada blanca
porque
tienes miedo a conocerte,
no
abres tu novela por la página de hoy
para
ver tu rutina apelmazada,
expectante.
Tu
regreso aún es un leve paraíso,
una
guitarra con menos cuerdas,
un
sonido, por tanto, difuso,
pero
es lo de menos...
en
el brillar de tu espesura
veo
lo que está por venir.
Magnífifico poema Juan, siempre un placer leerte.
ResponderEliminarya llegan estas fechas tan entrañables deseo
que la paz y la ilusión llamen a la puerta
de tu hogar, que las disfrutes.
un abrazo.
Gracias Ricardo. Días de paz también para ti y tu familia. Un abrazo, amigo.
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