Estoy harto de la mano
que no trae nombres, de lo que dicen
que dicen, de ver sombras
alrededor. Estoy harto
de los rostros que no existen,
de los ojos que se abren tarde, de
las preguntas que no son
preguntas.
¿Arden las piedras, qué tropieza
en el vacío?
¿Quienes son estos nuevos en la mesa?
Te fuiste,
y no quedó alguien preocupado
de sacarme los ojos.
Amigo Juan, si me lo permites, te diré que es uno de los poemas que más me han tocado la fibra, en su ritmo, su contenido... mi enhorabuena querido amigo, aunque no comente, te sigo. Un abrazo: ANTONIO
ResponderEliminarHola Antonio, lo escribí hace tiempo y de vez en cuando lo repito, no sé, yo también le veo algo que me llena. Gracias por tus palabras, yo también te sigo, lo que pasa es que estoy más centrado en escribir y publicar en los diversos grupos del facebook, pero ya sabes que estar estamos, un abrazo
ResponderEliminar