Hoy me vence la rabia en secreto,
osa
ponerme ebrio de su ardor extremo.
No
logra ser más que silencio
pero
roe la piel, aprieta la carne,
maltrata
el alma.
Hoy
son porqués palabras abatidas,
su
anhelo no son respuestas
sino
hostigamiento,
su
mayor placer es danzar un tiempo
ante
el abismo.
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