Nada iguala al ansia
que sobre los cuerpos arrojan
las miradas.
Se extiende como un silencio
conocido
el escalofrío y la desobediencia
hacia las más firmes raíces,
y liberados, ese instante eterno
nos permite volar sobre el abismo.
¡Qué sombría hermosura, qué sueño
acariciamos largamente…!
¡Cuánto persiste
aún siendo sed su abundancia…!
¡Cuánto ardor aspira lo imposible, cuanto late
el corazón entre los ojos, ciego!
¡Cuánto de nuevo resbala sometido!
Pero el alma nos llama.
Cabellos desmarañados, ropa
hecha jirones, besos, placer no consumado…
y nada que parezca desnudo, real, visible,
al mundo palpable de vivos colores.
Juaínito, poesía es hacer trascender el instante.
ResponderEliminarBuena entrada.
Un abrazo
El instante, en él está lo verdaderamente importante. Gracias Pepi, un abrazo
EliminarHola Juan.
ResponderEliminarPaso a saludarte.
De momento es lo que "el cuerpo" me permite... Pero, por fin es algo.
Recibe un fuerte abrazo.
Biquiños.
Carmen
Hola Carmen, me alegra verte. Ánimo, y todos mis mejores deseos para ti, un abrazo de vuelta y un beso andaluz.
EliminarEfectivamente, los sueños imposibles persisten, auqnue hagan latir los ojos y vibrar los cuerpos.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz fin de semana
Esos sueños son incontrolables, y todos los tenemos. Es normal sentir atracción hacia alguien y a veces ser correspondido, aunque ni uno ni otro busquen nada. un abrazo Juan
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