(Imagen de la red)
Tú y yo estamos atados a la vida
y a la muerte. Nuestras manos en los ojos
son la celosía que nos regala vernos
sin ser vistos. Que te quiera, que me quieras,
lo sostiene la mitad del corazón, la otra
mitad no sabe ni quiere moverse de casa.
Somos espigas que se mecen sin sueños de pan,
caricias que nos damos en otros pechos,
pájaros que aprenden a leer bosques en las paredes,
silencios y palabras a las muecas de la luna.
Somos, no hay remedio, de decirnos que no
a los labios, a los besos que construyen,
arden lentas las miradas, eso sí; en ellas
se derraman las voces que se quiebran,
todas las verdades de cada día.
Tú y yo, en el río a cada orilla, arrojando
monedas al agua, repitiendo
frases vencidas, algún susurro a la hierba,
desnudos.......y de tan lejos.
Hola, Juanito
ResponderEliminarEstáis el uno en la UE y el otro en cualquier lugar del mundo, pues tu poema me suena a cíber amor :)
Un abrazo