Todo este bien que
se derrama
algún día
quedará sonando entre soles
de la tarde.
Todas estas grietas
que amenazan
nuestro idioma
esconderán en las
paredes huellas, gestos,
que no darán un
paso atrás,
marcas siempre
como ecos o rumores.
Vendrá de nuevo
el nunca más como savia
de maestros, como
milagro en lo
transparente,
pero flotando en
el oído siempre estará
su infancia.
Las culpas
aprenden primaveras,
dibujan otros
rostros a lápiz, hacen ruido
como llaves en
puertas que no abren.
Y juegan a abrazar
abandonadas
por los sueños
que vendrán..........
…....amagos
detrás de los cristales.
Nuevas nadas a
cruzar agostos.
Las culpas no valen para nada si nos e aprende de ellas, las culpas son pesados arrastres que han de convertirse en alas.
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