Es
hermosa la lluvia que no moja,
estar
seco y empapado de su abrazo,
benditas
lágrimas que el cielo arroja,
y
que la tierra acoge en su regazo.
Hermoso
mirarla sin prisa alguna,
ver
sus miles de hilos umbilicales,
los
secos sonidos que el oído ayuna,
los
cuchillos que clava en mis cristales.
Su
manto creciente anega la luz,
me
ciega los ojos, sigue en secreto,
pero
aguanto como buen andaluz
por
rematar este acuoso soneto,
desde
mi ventana y a contraluz
al
sumar catorce acaba el aprieto.
Un soneto de rima perfecta y realmente endecasílabo, como tiene que ser !. Precioso y muy apropiado para el tiempo actual. El primer cuarteto es ¡ sublime !. Ciertamente, es un gran aprieto atreverse a hacer un buen soneto, pero a tí no se te opone nada. Muy bien, maestro.
ResponderEliminarUn abrazo de Paco y Mayte.
Maestro albañil, pero de esto aprendiz, jeje, que es mejor seguir construyendo desde abajo. Gracias, de verdad, un abrazo a los dos
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