No se asoman mis
ojos a mirarte
para no arrojarte
preguntas a la vista,
no revelan que
eres más que instante,
máscara que solo
cubre con la nada,
¿Pero qué
silencio hace ruido, qué engendra
por la espalda el
corazón?
Lo sabemos. Nada
mira todo entre murmullos.
Así somos
fugitivos de los rostros,
cuerpos a correr
por la llanura, y de pronto
humedad en la
duna que se rinde.
Un destello, una
urgencia que hace carne
que devora.
" ¿Pero qué silencio hace ruido, qué engendra
ResponderEliminarpor la espalda el corazón?"
Me gusta mucho esta reflexión. Abrazos poeta!
Gracias Marcos, me alegra que te guste...el silencio como refugio. Un abrazo
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