juanitorisuelorente -

lunes, 20 de enero de 2014

A LA DERIVA

(Imagen de la red)

















No suele tener lo malo un adiós
prematuro. Rey de los nuncas
acaba siendo un hoy inclinado.
Raro es derribar al destino. Raro
eludir la sombra que viene debida.
El daño que no tiene conciencia de ida
lo halla de vuelta en el tiempo
que no se termina. La ventaja
que de pronto ataja la inesperada
quietud, el fin de los astros. Por
esos nuncas hay mucho inhabitable.
Por eso luego en este mar,

y solo a la deriva.

2 comentarios:

  1. Excelente tu poema, Juan. Si me das tu permiso, lo comparto en Facebook. Abrazos.

    ResponderEliminar
  2. Desde luego Marcos, y encantado de que te guste. Un abrazo

    ResponderEliminar