AFINIDAD
Solo el ojo del poeta sabe hablar contigo
a solas. Tronco de afanosa levedad,
recorro tu sombra pulida, amalgama
solo de hojas. Recorro el adiós
que aún tiembla sin el peso de tu fruto,
el olvido sin sangre, sin una sola lágrima.
Vareando otro como tú me giro,
y a tu cuerpo silencioso
muestro afinidad por un instante.
de "Las verdes ramas"
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