Algún pasado es un caramelo goloso
cuando no hay nada mejor que echarse
a la boca.
Vivir desmoraliza cuando algo vivido
pudo ser insuperable.
Pasado para repetirlo presente
a tragos de congoja.
Yaciendo a contracorriente; de frente
los pasos al camino, retorcidos el
cuerpo,
la cabeza, la mirada, el deseo.
Más si pasó de noche, o lo vi ciego,
o
me engañó la firme convicción
de que iba a volver a repetirse.
Pasado que crece y crece siendo
sin llegar a haber sido.
Eso de entrar a comentar y que te salga propaganda a diestro y siniestro es matador,Juan,se siente, tenía que decirlo,ja,ja,ja
ResponderEliminarY ahora este poema tan bonito,dulce y amargo a la vez como la vida,como todo eso inacabado que pasó y se torna sueño,no siempre placentero,pero sí permanente precisamente por ese no finalizar.
Tú lo has dicho más requetebonito.
Besos.
Sí, es un coñazo, Marinel, miraré a ver si puedo quitarla...
ResponderEliminarPerdona si no te visito lo que quisiera, pero estoy de liado que no veas...me alegra que te guste el poema, un abrazo estimada amiga