juanitorisuelorente -

lunes, 21 de marzo de 2011

SEA

Mi edad máxima es la mediana
así que debería estar en los veintitantos.
Y serio. Ser maduro y no caer del árbol
es mérito de ese espíritu que me envuelve joven
aunque dentro no se esconda lo vivido:
mucho y poco, mal y bien, como es costumbre.
Para ser se es, sin más altura ni bajos fondos.
Qué gano ni pierdo en falso.
Yo sólo pido a mi verdad que no me mienta.
Sea cada año la que sea.

8 comentarios:

  1. Siempre vivimos con dos edades
    la cronológica
    y la del corazón
    yo desde hace años que solo me guío en la edad del corazón
    el es quien siente.

    mario

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  2. Esta claro que la verdadera edad esta en los cimientos, no en la fachada, y tu de eso entiendes bastante.

    Como diria alguien que yo se: "vieja la ropa".

    Un beso

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  3. La edad no la marcan las fechas del calendario. hay jovenes muy viejos y viejitos muy jovenes.BIKIÑOS!

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  4. Pero no es bueno que se distancien demasiado, Mario. Yo, a mis cincuenta y tres, me siento un joven de cincuenta y tres.

    Un abrazo

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  5. Así es, Esther, la edad sólo es necesaria para aquellos que nos la preguntan.

    Gracias por tu visita.

    Saludos

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  6. Amigo Juan:
    Sea cada año lo que sea, pero que de verdad sea y no nos mienta, que cuando nos miremos al espejo al afeitarnos, quede reflejada esa edad verdadera y que nos sintamos felices de sabernos como somos.
    Creo que me estoy liando... o quizás no.
    Un fuerte abrazo querido amigo.

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  7. Yo creo, Antonio, que al menos los años deberían seguir dejándonos como estamos, ¿no crees?

    Un abrazo, con o sin, ya sabes

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