La juventud
y el teléfono,
una isla
perdida.
En su SOS
esconden la
cabeza,
y el cuerpo les
sigue
a su vez.
Atados
recitan
consonantes
bordando la
mudez,
ensimismados,
pase a su
alrededor
lo que pase.
A veces
están juntos
cuando hablan,
pero solo
a lo solo.
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