juanitorisuelorente -

jueves, 11 de agosto de 2011

A LA MIERDA

Es evidente que la mejor manera de olvidarme de ti es no pensarte.
Eso no es posible –la mente va por libre- así que me decido entre otras por no mirarte si te veo.
Bien empezó lo que acaba sin tres palabras bien dichas: palabras de brutal desahogo para la mente y más para el cuerpo.
Es por tanto el silencio de cada uno el que martiriza de frente las razones, voces nuestras al oído y para adentro. Así dudará quién nos juzgue tan culpables o inocentes, tan altivos o prudentes, y así los dos perdemos esté o no escrito.
Verdad que calla es inútil, mentira que calla lo mismo.
Lo que no se aclara tan mal queda callado que mal dicho.

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