juanitorisuelorente -

martes, 19 de abril de 2011

DESPOTRICAR

La mayoría de las personas suelen ser valientes cuando enfrente hayan a un enemigo pasivo o indiferente. Así pues, suelen dar pasos al frente, gallear, alentar a nuevos valientes a avanzar en cruzadas contra todo y contra todos.
Y de vez en cuando tocan a las tradiciones.
Todas las tradiciones son discutibles, es cierto. Desde sacar a un santo a la calle, a matar un toro en la plaza, a tirar una pava desde una torre. Todas fueron impuestas en su día, sentaron cátedra, las abrazó el núcleo del pueblo, y todas legalmente y en democracia tienen puntos flacos por donde atacarlas e intentar erradicarlas.
Hasta ahí bien.
Ahora y ante la cercanía de la Semana Santa –con mayúsculas- proliferan los que despotrican contra el rito y sus fieles llamándoles finamente todo lo inimaginable, abogando por sus derechos, por la libertad de coarta el no poder hacer una vida normal, es decir, no poder circular libremente por las calles, la innecesidad de presenciar a una multitud enfebrecida, de soportar ruidos a deshoras, la desgana de comulgar con el ambiente, el olor a cera y el chirrido de los neumáticos en el asfalto, entre mil excusas válidas ,y además la libertad que se coarta a sus hijos al imponerles que participen en una procesión previa junto a sus compañeros de clase, y en fin, bla, bla, bla…

Bien, obviando leyes, de tú a tú, siendo serios, y como mínimo razonables:

Quién da un paso al frente y pide respeto a sus creencias, equivocadas o no, ha de hacerlo respetando las creencias de los demás, equivocadas o no. Y punto.

Quién tiene ideas contrarias, legales y legítimas, a las de la mayoría de las personas de un país, región o comunidad, y intenta inculcárselas a sus hijos sólo está imponiéndoselas, o sea haciendo a sí lo que critica.

Primero, señores y señoras, respeto a la libertad de decidir –incluso de sus hijos-, y luego si así no lo quieren indiferencia. Háganme caso, téngannos la más absoluta indiferencia.
A mí me vale.

Por cierto, mi vocación por la Semana Santa en una escala de uno a diez rondará el tres o el cuatro.

8 comentarios:

  1. ...ser
    es lo
    más arduo
    hoy en dia
    JUAN...


    con todo mi afecto , , amigo mio :

    j.r.s.

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  2. Juan, entiendo tu indignación.Todos merecemos respeto.
    En mi caso, yo no soy de procesiones ni de corridas de toros o peleas de gallos y de perros.Estoy en contra del maltrato de personas y de animales. Yo no debato con nadie si tengo razón o no, la Constitución otorga a cada cual el derecho a pensar y tener ideas o creencias diferentes a las mías y yo las respeto. Con no asistir a ningún rito religioso o espectáculo de esos me basta.
    Un abrazo

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  3. Entre quienes son y los que no muestran ningún interés en ser absolutamente nada se haya una gran mayoría de seres que creen que son, o sea, sin ton ni son.

    Un abrazo, amigo Jose

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  4. Pero si es muy fácil Juan. Cada uno que ande su camino y tan amigos, y si no soportan la convivencia tal cual dicta la mayoría, la tradición, la historia, que se construyan un cortijo en Sierra Morena. Bueno, creo que no lo harán porque allí, calladitos, felices quizá, no los conocería nadie.

    Un abrazo

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  5. ...un gran partido JUAN, el vivido hoy.



    un fuerte abrazo amigo :

    j.r.s.

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  6. ¡Ya me gustaría, amigo Juan, tener un cortijo en Sierra Morena!,cerca de donde vives. He trabajado en Linares, y he almorzado varias veces en una venta que hay en la entrada de Bailén llegando desde Cádiz dirección Madrid. Conozco la ruta Bailén -Valencia por haberla hecho varias veces desde que me compré el seiscientos en 1972. He ido tres veces con mi mujer al monte Cabezo a ver a La Señora. Allí sería un buen lugar para vivir en paz y respirar aire limpio.
    Un abrazo

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  7. Yo no recuerdo otro parecido, Jose, así, tan intenso y equilibrado, con tanta pasión puesta en la victoria. Parecía irles la vida en ello.
    En mi caso con el detalle añadido de que pasó en procesión "El Cristo de la soledad" por mi balcón justo en el descanso. Dos pájaros de un tiro.

    Un abrazo

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  8. Sierra Morena es muy amplia pero has citado el cerro El Cabezo y ahí sí me has dado en la vena y cerca del corazón.
    He subido cientos de veces y cuatro o cinco a pie -desde Bailén habrá unos cuarenta kilómetros- y puedo decirte -en mi caso- que es un lugar -vocación más o menos cristiana aparte- donde aflora esa fe que toda persona tiene en su interior, atea o no, un lugar donde la energía negativa sufre un barrido sistemático.
    A mí me ocurre, y que otros piensen lo que quieran.
    Pero no lo elegiría para vivir. La vida es lío y movimiento, problemas, esas cosas.

    Un abrazo, amigo Juan

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