juanitorisuelorente -

domingo, 3 de abril de 2011

PILARES

El agua vuelve a su cauce
para las palabras incomprensibles,
esas que asaltan heridas
mientras que todo se desborda.

La paz no es la cima de los cuerpos
aunque lo repitan despiertos y cansados.

Un amor etéreo está bien para los ojos
pero no alimenta las carnes ni los huesos.

En la confianza arde la pérdida.
Y sin proponerlo torturan las sombras
con gestos que no habitan en el corazón.

Es lo de siempre. Cede el dique,
pasa el agua retenida. Corre
hasta llegar a la altura
de lo que no tiene ninguna importancia.

(de "Dust in the wind)

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