juanitorisuelorente -

domingo, 17 de agosto de 2014

DE SIEMPRES (Relatos de la puta vida, 1)

(Imagen de la red)

















Antonio camina como siempre por su ciudad de siempre, por una de las calles de siempre, y se para.
Ya se ha parado otras veces, y aún no entiende por qué. Conoce hasta el ruido de sus pasos. Conoce lo que le espera. Personas le saludan. Sabe de baldosas sueltas en las aceras, de vaivenes, sabe qué le gusta y qué no, donde se encuentra a gusto y donde ha de pasar de largo. Ocupa su espacio desde siempre, es libre hasta sus límites, se casó y es fiel a lo de siempre. No tiene queja. Es feliz. No necesita nada. Solo debe continuar. Seguir bordando lo de siempre.
Pero ha vuelto a pararse.
A su izquierda hay un callejón oscuro. Siempre lo ha visto, pero nunca con curiosidad. No tiene nada de especial. Tan solo el no saber qué hay, qué esconde, a donde lleva.
Hay un rótulo, y no entiende lo que dice. Se acerca y lo lee. Bah, solo es algo que no conoce. Percibe lejos una luz y se adentra. El brillo de su calle de siempre comienza a difuminarse. Llegado a un punto se halla en una total oscuridad. Percibe luz delante, luz detrás, con similar intensidad.
Y duda. Su cabeza gira y gira.
Aventura...lucha o acomodo.
Y siempre fue un luchador.



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