juanitorisuelorente -

miércoles, 10 de noviembre de 2010

JANITO DESNUDO (en serio)

Tan importante, más creo, que el continente es el contenido. Cada labor tiene su profesionalización, el toque personal de cada uno en el tope máximo de lo que sea capaz de igualar o mejorar, luego están los aficionados, esos profesionales de otra labor y que picotean en ésta o aquella como moscas incordias y incómodas –David sin enfrentarse por defecto, ni gana, a Goliat-. Jamás podrá compararse la obra de un (creído) maestro a la chapuza de un Pedrito de turno –Pedrito, Janito, Manolito, Pepito…, peones todos- pero desde tanta diferencia sí el mensaje que intenta nivelar lo anquilosado del desparpajo, ese del caradura que no tiene nada que perder.
La gente anda casi siempre a media cuesta en sus gustos y preferencias y puede ser que a veces vea más lejana la cima que la mano del rezagado. Lo perfecto es un hito frío, duradero, para admirar, enmarcar y colgar, y lo que no busca presumir de serlo –no puede- ya que sólo ahonda en su significado quedará, sí, expuesto a las manadas de lobos y a sus dentelladas críticas, pero también a intentar colar su verdadera propuesta: el contenido.
Me quedo con tres trazos expresivos a lo magistral para lo mismo, evidentemente la conjunción sería genial pero no estoy hablando a nivel, en ningún caso, de genios, ni de deseos de serlo. Ni siquiera hablo de pretensiones sino sólo de intenciones.

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