juanitorisuelorente -

sábado, 24 de julio de 2010

LIBERTAD CREATIVA

En mi trabajo tengo larga experiencia en hacer lo que me da la gana. Me explico. Tener iniciativa, tener actitud, abrió al principio, en quienes me ofrecían reticentes sus proyectos, poco a poco la puerta de su confianza. Faltaba el resultado, el hacer lo mismo y bien hecho con un toque singular, el hacer lo nuevo o reformado con un resultado diferente, original, a lo normal o establecido. En este duro trabajo hay mucho elaborado que queda escondido y demasiado que queda visible en interiores y exteriores. Y lo hecho queda casi siempre inamovible para el malestar o el reconocimiento. Y fueron llegando resultados. Señas de identidad. Muestras que lograron liberarme de prejuicios y ataduras. Ha sido constante en mi vida laboral afrontar el reto de una fachada, entre mil cosas, tras la frase manida –no común- de los promotores “haz lo que tu quieras”. Y si no era así –en demasiados casos y según a quién, o no- me jugaba lo logrado en hacer lo propio tras haberme recalcado y recalcado con minuciosidad sus ideas desolladas en dibujos o fotografías. Era mi modo y salvo algún rugido convincente hacía caso omiso. Soy un inconformista, o un inconsciente. No he copiado nada mío, y menos de nadie. Lo hecho está visto y lo que me quede por hacer ha de estar por ver. No me tengo por mejor que otros, y sí por una persona normal que ha logrado en algo en particular hallar sintonía entre la mente y las manos. En no haber dicho nunca “sé hacerlo” y sí “yo lo hago” no ha habido falsa modestia. La mayoría de las veces lo he hecho gravando en tiempo un presupuesto ya de por sí ajustado. No me ha importado. Es hermoso crear aunque no sea remunerado. Tarea de idiotas, hoy me digo. Tarea de valiente incertidumbre –acierto o fracaso a la greña- , también me digo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario