juanitorisuelorente -

domingo, 11 de septiembre de 2016

LO DESIERTO

(Imagen de la red)

















Aparto el agua
porque el fuego que no arde
está en el pasado.
Un hecho contra la voluntad
crea otro rostro que golpea
contra todo después. Y
convertir a lo que nace deshecho
en consecuente
puede ser tarea del resto
de la vida, o fuego
de muerte lenta. A promesas
le crecen piedras, ajenas pesan.
Pero para el mar nada es inútil.
Entre el oleaje y la sombra
azotará lo desierto
seguramente, el tallo,
pero ¿y la rosa?



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