juanitorisuelorente -

domingo, 19 de junio de 2011

MISERIAS

La palabra cruel clavada
como un dedo manchado de locura
-boca de podredumbre- soportas
evitando que aflore cada lágrima,
gritando embriagada de silencio,
firme y cayendo al abismo del espanto,
de la ruina del ser, de lo vivido.

Perdida - flor del pensamiento, hallado
dolor vestido atroz - para la nada.

Las miserias de un corazón envenenado
como olas borrachas de sangre
-sin sangre- reciben
tus pecados viejos, las páginas cerradas
en blanco -secretos desgraciados,
maldecidos-, a espaldas de tu único
consuelo, el de la sencillez de esos ojos
que la razón ya no borra.

4 comentarios:

  1. ...no
    es fácil
    adherir
    esa ese
    toque de
    la terrible
    sencillez
    cuando el
    alma ya sabe
    lo que duele
    y como se
    le dio...




    un fortisimo abrazo juan :



    j.r.s.

    ResponderEliminar
  2. Hay cosas que no se pueden olvidar y que, por miserables que sean, nos pesan a lo largo de nuestro viaje vital en la mochila.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. La sencillez siempre estará dispuesta a hacer lo que sabe, y bien hacer: perdonar lo que no está escrito.

    Un abrazo, Jose

    ResponderEliminar
  4. Hay dos tipos de miseria: una que no debe dar vergüenza alguna, y la otra: la vileza humana. Y de ella la infamia y la renuncia.
    La verdad es que jode si se vive de cerca.

    Un abrazo, amiga Laura

    ResponderEliminar