juanitorisuelorente -

sábado, 4 de septiembre de 2010

ERMITAÑOS

Hay personas que compran un trozo de tierra, construyen una casa de campo, se encierran en ella y le dicen adiós al mundo.
La infinita naturaleza localizada en un perpetuo espacio no deja de ser una cárcel con buenas vistas; buena vida que adolece del alimento básico de la realidad: andar caminos y comunicarse.
Morir vivos hasta su muerte es mal morir porque se vive la propia muerte.
El placer de sentirse solo y libre se asienta en el miedo de ser, y obliga a olvidarse de uno mismo. ¿Qué tiene el fin a medio camino de la existencia?.
Adormecer el tiempo aletarga la mente falta de pensar. Ser lo mismo, hacer lo mismo que una mata, un pájaro o un arbolillo, les convierte en matas, pájaros, o arbolillos.
En vidas silenciosas hasta su silenciosa desaparición.

In memóriam

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