juanitorisuelorente -

martes, 21 de noviembre de 2017

LA LLAVE

(Imagen de la red)

















Yo sé bien cuanto te quiero,

lo que suma como a nadie,

sin estelas de capricho

ni castillos en el aire.

Yo sé bien de corazones

que dejan pasar la sangre

y la yerguen al olvido

tras los rugidos del hambre,

de ese ser que anda perdido

porque de adentros no sabe.

Y sé muy bien de los días

que pasan sin equipaje,

con el viento vagabundo

golpeando mis cristales,

casi rozando mis manos

y tan lejos de su alcance.

¡Ay, cuanto pasado en piedra

escribiendo su aquelarre,

llamándose perdedor

de una manera cobarde!,

¡ay, cuanto apaga encendido

tanto amor de buena madre!

Y tanto sé ya de tierra,

de sus abismos de alambre,

que siento la sangre azul

por el confín de los mares.

Y apenas lo logras tú

con despertar el instante,

con escuchar a los ojos,

con enseñarme la llave:

Vivir la razón de un beso

cuando el corazón lo mande,

con palabras que se muerdan,

con abrazos que se claven,

olvidándonos del tiempo

por los mundos de la carne.

Tan solo lo logras tú,

y el secreto quién lo sabe.





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