José
Romero Martín,
es
un nuevo caminante,
sensaciones
y vivencias
que
a la multitud nos abre.
Luce
el alma de poeta,
alazán
de pura sangre,
toda
su verdad desnuda
sin
ningún gesto cobarde.
Poeta
sin artificio
sin
vocablos que no sabe,
sus
poemas son tesoros,
no
nos esconde la llave.
Amigo
de sus amigos,
y
de los demás sin traje,
rinde
culto a su sombrero,
no
es un hombre de la calle.
Ya
publica sus poemas,
ha
decidido adentrarse
en
el mar de nuevos brazos,
nuevos
ojos que lo abracen.
Una
vida resumida,
pero
en tan alto bagaje,
que
no le faltan palabras,
y
todas de buena madre.
José
Romero Martín
luce
mono y almocafre,
poeta
de pueblo llano,
en
la tierra sacia el hambre.
Los
poemas en su voz
acarician
todo el arte,
sobrevuelan
el oído,
los
invitan a quedarse.
Un
poeta muy sencillo,
a
la luz todo equipaje,
otro
que nos muestra el alma,
uno
más entre los grandes.
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