juanitorisuelorente -

domingo, 8 de agosto de 2010

SUPONGO

Supongo que estar atado a una situación constante aunque variable deja poco margen de maniobra, que no ir muy lejos permite conocer el entorno con dotes de ciego, o de afortunado.
Supongo que mucha fe pondrá lo novedoso en alentar la vida pero la monotonía es un monstruo traga voluntades que acaba por quedarse solo haciendo puntualmente y sin piedad lo que bien sabe hacer.
Supongo que la rutina que trae acomodo –esa felicidad con la que sueñan los pobres de espíritu-. Días y días iguales en los que sólo se logra envejecer. Cumplir y cumplir años soñando modos de haber sido. Pobres.
Supongo que también están los pobres que lo sufren así un tiempo.
Que hay muchas razones por las que una persona se ata a sí misma con los filamentos que cuelgan de sus raíces –la vida sólo ata con cuerda de mago- y una de ella bien puede ser el sentimiento que surge por tener sangre en las venas, el amor o el agradecimiento que ofrece –qué menos- su ayuda para evitar el sufrimiento final más atroz de un ser humano: la soledad incomprensible; y además otra –más contundente- puede ser que se hace realmente lo que se quiere hacer, porque así ha de ser, y punto, o dos..
Supongo que no aceptan frenar su vida de ese modo tan innecesario quienes está a tope acelerando. Ni siquiera conduciéndola a un ritmo normal, o incluso lento. Es más fácil detenerse un instante, mirar, sentir pena por todo, por todos, y seguir a lo suyo. Vivir sin vivir un tiempo cuesta, y no sólo lo supongo.

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