Hay que ver lo fácil que es la vida y lo difícil que se pasa tan solo por variar el modo a causa de creerla entender.
Lo fácil que es pronunciar el “Señor, sí, señor”, el seguir el paso a la tropa, el no levantar la cabeza -y ni de coña el dedo- cuando algún superior pregunte, el hacer lo que se suela hacer, el decir todo lo que se suela decir, y algunos nos empeñamos en ser lo que sea el ser, en llamar a las cosas y a los fulanos por su nombre, en ponernos en su propia escalera y a su altura, y mirarlos con toda naturalidad a los ojos, y encima nos quejamos de sus gestos y de que no nos saludan.
Es gana de complicarse y estar en su punto de mira.
El ir por libre, en solitario, es gratificante. Deja un regusto dulzón, nada empalagoso, el sentirse autosuficiente, no amparado a la sombra de nadie. Porque sombras es lo que buscan todos, y puertas que les abran pagadas sólo con amplias sonrisas y lengüeteo.
Bueno, ya he dejado por sentado que somos pocos y que nos miran mal, que este camino que cada uno ha osado escoger puede que en muchos momentos no sea ni camino al no haberlo andado nadie. Que habrá momentos de desaliento, de empezar a notar unas ganas inmensas de regresar a unirse a la patulea. Pero solo como un espejismo ya que el que ha nacido para esto no sabría disfrutar nada de eso.
La vida fácil conduce a lugares conocidos, dóciles, soñados, es cierto, mas cuando se tuerce todo lo que suele torcerse, mas cuando se nos cae el mundo encima y empezamos a notar la boca llena de tierra.
Gracias a que dan alas los pequeños detalles. Esos que barren la mente y la dejan hecha un solar de vanos pensamientos. Y es que no merece la pena soterrar lo que realmente merece la pena por uno mismo de uno mismo.
Ser o no ser, que ya dijo quién ya sabe(n).
...por
ResponderEliminarcambiar
el paso
ya me
hicieron
muchos
oca de su ocaso...
un fuerte abrazo JUAN :
j.r.s.
Lo peor de todo esto es que demasiadas veces les dan habas secas a quienes no tienen dientes para roerlas.
ResponderEliminarYo soy de los que digo que lo fácil está hecho. Que un reto es vida, y vida de la buena.
Un abrazo, amigo Jose