Donde escribo son viejas las palabras.
Saben igual de la cercanía
como de atardeceres desnudos de recuerdos.
Donde escribo llegan hasta mí sus pasados encendidos,
deshojados de nombres,
de razones al otro lado que no existen.
Salvado su invierno
la piel aprende de la infancia
tantas veces en los ojos sorprendida,
Sin dudas la noche
hace limpia su custodia
tantas veces descubierta sin pensarlo.
Donde escribo tiene alas la tierra
que me acerca sus profundidades
como ejemplo a los futuros que se pierden.
Donde escribo llueven hojas secas
de árboles fríos
como voces presas descubiertas.
Primero crece lo extraño
página a página
para leer lo justo,
luego me piden sus años
con voz de más
el olvido, que presume y no tienen.
...piel
ResponderEliminaraire
lumen
y canela
son afluente
para un buen
escrito...
un abrazo JUAN :
J.R.S.
La vida pasa deprisa, y para recuperar lo perdido tenemos este hermoso método de arqueología interior.
ResponderEliminarUn abrazo, Jose
Saludos,gracias por enlazarme, te he enlazado. Hacia adelante con su arte.
ResponderEliminarGracias Angel, ya hablaremos.
ResponderEliminarSaludos